Aprecio mucho los grupos que se aferran a su estilo. No es una cuestión de orgullo devenido en ceguera: me refiero a tener claro que tu estilo es lo suficientemente sólido como para tener la valentía de continuar con un sonido aparentemente idéntico a lo largo de varios discos. Ya hemos visto algunos ejemplos de lo que les ocurre a los grupos que, en algún punto del camino pierden el rumbo.
Os traigo, pues, la reseña de la opera prima de los bávaros Cryptic Wintermoon: The Age of Cataclysm. Seguir leyendo